El proyecto consiste en hacer convivir el estudio de un músico con su vivienda. Ubicado en una zona de viviendas cerca de Valencia, donde las casas vecinas están muy próximas entre ellas.
El proyecto NIU surge con la finalidad de innovar los sistemas constructivos, buscando aumentar la precisión en la materialización de la arquitectura y, de este modo, mejorar la calidad de los entornos humanos, haciéndolos más sostenibles y saludables.
En la arquitectura sistematizada de NIU, cada N290 es igual y al mismo tiempo distinta de todas las demás. La adaptación del modelo al lugar las hace singulares. Su inserción en la topografía, en desnivel en este caso, genera una escalera de acceso que se convierte en un proyecto en sí misma. La casa salva y sortea los imponentes pinos que caracterizan la casa.
La configuración de la vivienda se hace en torno a un patio central, que nos recuerda a un impluvium. Cuatro piezas con la misma morfología, abiertas en los lados largos y cerradas en los cortos, se traban radialmente generando cuatro espacios exteriores con caracteres diferentes. Un espacio exterior para la zona de día, otro para la cocina, un espacio exterior relacionado con las habitaciones y otro que funciona como zona de entrada peatonal.
Los espacios interiores de la vivienda se extienden al exterior, exactamente con la misma dimensión, como una suerte de alfombra que da continuidad a la secuencia espacial.
De esta forma se amplía el volumen habitable y sólo la sombra y la climatización nos dirán si estamos dentro o fuera.
La envolvente del edificio se materializa mediante una pieza de aluminio extrusionado, el brillo metálico del aluminio ayuda a integrar la vivienda que adquiere las tonalidades del jardín, su aspecto se modifica durante el día dependiendo de la temperatura de la luz. No deja de fascinarnos esta sensación al implantar cada vivienda con este sistema que el resultado es simultáneamente idéntico y único.